viernes, 27 de agosto de 2010

Paz



La mujer de mis sueños murió el día que conocí a una mujer de carne y hueso.
La mujer de mis sueños no era un deseo, era la sombra de un querer.
La mujer de mis sueños era el espejismo de las insalvables paradojas.
La mujer de mis sueños murió cuando te conocí a ti.

Tigre 

6 comentarios:

Babu dijo...

El hombre de mis sueños murió cuando te conocí a ti.
Te prefiero de carne y hueso.
Besos Tigre¡
Te quiero mucho

El Peregrino dijo...

Excelente y realmente precioso.

Quédense ustedes mis besos peregrinos.

Blanca. dijo...

Realmente nace del corazón.
Mis felicitaciones Tigre.
ES Precioso .

Mil Besos para los dos

Jimmy dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Jimmy dijo...

Precioso, un abrazo fraternal.!!

Tatiana Aguilera dijo...

Versos logrados, sobretodo verdaderos, estamos rodeados de espejismos, el amor es la simpleza.
Un abrazo.